Sobremodernidad, del mundo de hoy al mundo del mañana

“Sobremodernidad, del mundo de hoy al mundo del mañana”

Marc Augé

En base a este texto, podemos darnos cuenta de las dos caras que nos muestra la famosa globalización. Por una parte creemos que lo único que fomenta la uniformidad es la perdida de cultura e identidad olvidando costumbres y tradiciones regionales, pero es este mismo movimiento lo que hace que renazcan los nacionalismos demostrando que la homogeneidad nunca acabará del todo con lo que somos.

De acuerdo a los avances y los cambios tan acelerados que nos presenta el mundo de hoy, el autor propone 3 factores que influyen en el giro que está tomando la sociedad. Él habla de una sobremodernidad creada a partir de un exceso de información de los acontecimientos mundiales que aceleran el ritmo de nuestra historia, así como el desarrollo tecnológico de los medios de transporte y de comunicación que terminan con los nexos sociales como es la familia y reducen el espacio existente entre individuos, el ciberespacio acorta las distancias creando la sensación de vivir en una “gran aldea” como propone Macluhan abriendo paso a la posibilidad de un gobierno mundial.

El segundo factor que Augé propone, son los no lugares planteando que los lugares son aquellos espacios simbólicos que reconocemos como parte de nosotros mismos, son puntos específicos con los que tenemos una relación estrecha y que guardan parte de nuestra historia. Los no lugares son los que carecen de esa estructura y se encuentran vacíos de significado pues no hay relaciones sociales duraderas como son los espacios comerciales que solo fomentan el consumismo creando una sensación de frivolidad. Este concepto varía pues no todos somos iguales y depende del contexto de cada individuo, del uso que le dan a dicho espacio y la relación que existe con éste, como por ejemplo un trabajador de un autoservicio, pues un lugar está en función de la gente que lo habita.

Por último, a causa de la manera y los fines con los que utilizamos las imágenes, se nos presentan diferentes realidades que nos hacen reflexionar sobre el paso de lo real a lo virtual. La imagen es un medio de ilustración, de información o mera diversión, pero el problema empieza cuando el efecto de la ilusión causada por dichas imágenes comienza a creerse como realidad admirando y alabando a dichos héroes y figuras inmaculadas que no son mas que un espejismo. La imagen mas allá de ser un intermediario meramente comunicativo, pasa a ser una realidad.

¿Qué esperamos de nosotros al paso que avanzamos?. No podemos resignarnos y echarnos a llorar, la perspectiva con la que observemos las cosas es lo que hace que la contemporaneidad tome un giro diferente y nos presente nuevas propuestas a nuestro favor, ofreciendo grandes avances sociales y económicos ampliando la visión individual y el crecimiento cultural utilizando la comunicación y la tecnología como un medio, sin ser víctimas dependientes de la era digital.