miércoles, 17 de marzo de 2010

Supermodernismo, arquitectura en la época de la globalizción

Hans Ibelings en este libro nos presenta una perspectiva diferente, puntual y creativa sobre cada uno de los diferentes movimientos orillándote a sacar conclusiones personales sobre el tema e intentar comprender los diferentes matices además de las intenciones y motivos de los orígenes e interrelaciones de cada corriente.

Nos muestra la forma en que fue surgiendo cada movimiento, cómo las necesidades de la época, los grandes avances tecnológicos e industriales y el aumento de la población originaron un cambio en el panorama social, marcando el inicio de una nueva forma de concebir y construir espacios en base a la funcionalidad y el confort; el hombre toma a la ubre como punto focal de desarrollo social y amplía sus horizontes llevando a cabo un proceso de internacionalización de formas constructivas a partir de la cohesión arquitectónica mundial que pretende romper esa conexión con el pasado dando lugar a una era donde la arquitectura roza el límite de lo posible y busca destacar por sí misma ante el entorno. La sociedad se aprisiona en una urbe acelerada de continuo movimiento, por lo que busca contraponerse y mirar atrás para reencontrar aspectos identitarios que puedan marcar la diferencia entre culturas teniendo así la capacidad de ser contextualistas y poder formar parte del entorno, retomando estilos y formas que nos hagan mirar hacia el pasado con la intención de comunicar y retomar los valores sociales. A pesar del positivismo y la potencialidad de los principales aspectos que representan a este pensamiento, no logra obtener una respuesta acertada con la capacidad de poder responder a las necesidades de una época perteneciente a una sociedad hambrienta de progreso; para bien o para mal, el porvenir es inevitable, la sensación de cierta fusión nacional y cultural se hace cada vez mas fuerte, los usos horarios ya no son una barrera; la ciudad internacional sugiere que la prosperidad de cada país ese encuentra a la vuelta de la esquina de una manera simultánea, dando la sensación de poder participar en una gran red global donde impulsados por las telecomunicaciones, termina con la percepción del tiempo y el espacio. Sin darse cuenta, hay vuelta atrás, por lo contrario, a partir de los eventos ocurridos, la sociedad se ve impulsada a dar un gran paso a la complejidad absoluta de una época de transformaciones y homogenización, logradas a través de realidades virtuales que unifican las naciones del mundo y que a su vez promueven la modelación de una ciudad fragmentada, la cual es causante de un desinterés generalizado que termina por aislarnos del entorno y el contexto que nos envuelve. El hombre se encuentra ya en la era tecnológica de la globalización.

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